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martes, 29 de mayo de 2012

Tongariro Alpine Crossing

A aquellos que hayáis seguido el blog desde el principio conocereis que uno de mis objetivos era realizar la ruta denominada Tongariro Alpine Crossing. También sabréis que ya había realizado dos intentos fallidos de ir allá por el 2010. Uno ni siquiera me acerqué debido al pésimo pronóstico del tiempo, y el otro me acerqué pero estábamos en invierno, lo cual implicaba nieve y necesitaba material para hacer la ruta, así que la decisión era llevarla a cabo a través de una de las múltiples empresas que organizan excursiones y que te facilitan todo el material que puedas necesitar. Bueno, el hecho es que hacía tan malo y el pronóstico era aún peor que ni una empresa organizó ningún grupo y sustituí el andar por la montaña por un quad que estampé en unos matorrales. Aún me acuerdo que no podiamos sacarla entre el guía y yo. Cuando se hacen las cosas hay que hacerlas bien y si empotras una moto contras unas zarzas hay que empotrarla como dios manda, que para eso somos de Bilbao (bueno de Santurce pero para el caso lo mismo). 

Pukeonake Point: punto de partida
El hecho es que desde entonces siempre he tenido la espina clavada y buscaba un par de días y alguien para ir a hacerla pero por H o por B, no lo logré hasta que hace un par de semanas Hedley (un amigo kiwi) y yo nos embarcamos en su nuevo coche, con las mochilas a cuestas y casi sin pensar en nada. El plan era dormir en un camping ya en el parque nacional del Tongariro para comenzar la ruta el día siguiente tempranito por la mañana. Lógicamente teníamos que pasar por el supermercado para comprar víveres para esa noche y para el día siguiente, así que a todo correr al supermercado donde compramos lo  básico para ir a la montaña: chuletas, 6 cervezas, roast beef, pan, mucho pan. Ah, y barritas de esas que te llenan el buche. Pero como he comentado no preparamos nada, así que cuando estábamos a punto de hacer la barbie o barbacoa, yo me dí cuenta que no teníamos ni cubiertos, ni platos, ni aceite, ni sal ni ostias...nada de nada, un desastre. Así que tuvimos que ir a mendigar a recepción y por las autocaravanas.
El hecho es que al final acabamos todos en el comedor. Aquello parecía la ONU: desde kiwis, a ingleses, noruegos, holandeses, daneses y servidor. Allí me dí cuenta que España tiene un gran problema: allí eran todos bilingües en inglés, no es que supieran inglés, no; es que eran bilingües. Tanto doblaje y tan mala educación en idiomas es lo que produce. También es cierto, que nosotros hablamos el 2º idioma más hablado del mundo mientras que sus idiomas (salvo los británicos y kiwis) sólo es hablado por unos pocos milloncetes y que necesitan un segundo idioma. Pero bueno, este es un tema para otro post.

Así que después de cenar, ver el mapa de la ruta y acabarnos las cerves tocaba ir a dormir a la superhabitación que teníamos. Debía ser como 2 métros cúbicos donde teníamos que dormir los dos. La cama era tan pequeña que yo tocaba con la cabeza en la mesa y con los pies en la pared. Así que tras no sé cuanto tiempo dando vueltas por lo incómodo que estaba y el calor que hacía tiré el colchón al suelo y allí dormí como un bendito.

Descenso del Red Crater
Soda Springs
6.00 am. buzzzzzzzzzzzzzzzzz buzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz buzzzzzzzzzzzzzzzzzz. Era hora de levantarse.Abrimos la puerta y, crap (que viene siendo mierda en español), una niebla que no dejaba ver a más de 100 metros y aún teníamos que subir. El pronóstico era que iba a amanece nublado con ligeras lloviznas, así que lo pensamos y nos dijimos que mejor. No llovía y era niebla que esperábamos que con la fuerza del sol se fuera diluyendo. Así que nos fuimos al coger el autobus que nos llevaba al punto de partida (es una ruta que no es circular, así que tienes que ir contratar un servicio de minibus que te lleva bien al principio, o bien del final a sus oficinas, o bien a Turangi o Taupo pero esto ya lo explico en el detalle técnico en otro post) y allí junto a un matrimonio de holadeses de dos metros con su niña de 12 kilitos a la espalda del padre nos montamos en una furgoneta que nos llevó hasta el punto de comienzo a unos 15 minutos en coche. Aunque llegamos a las 7.15 am cuando llegamos aquello parecía una procesión, menos mal que nos apuramos un poco y salimos antes que el resto, bueno que el resto que estaba allí porque debía haber llegado otros grupos antes.

Así que allí estábamos. A las puertas de esta ruta entre cráteres (y dentro de ellos) y picos-volcanes memorables (aunque no muy altos, en torno a los 2.000 m). Nos adentrábamos en las tierras de Mordor, esperando encontrarnos con Gollum, Frodo, Orcos y quizás a Peter Jackson buscando algun nuevo escenario. Yo la verdad que le tenía un poco de 'miedo' porque hace mucho que no iba a la montaña y mi estado de forma era lamentable con lo cual si sumas que había dos picos que nos llamaban (aunque no forman de la ruta del Tongariro Alpine Crossing) y los 19.4 kms (sin ninguno de los dos picos, uno de ellos sería el extra que queríamos hacer), pues que no tenía todas conmigo, aunque luego pensé en gente que lo había hecho (sin hollar ninguno de los picos) pues me tranquilicé más.

South Crater
El terreno se inclinaba pero muy ligeramente, todo estaba perfectamente marcado y además con toda la gente que había aquello parecía más una procesión que un track de montaña. Es lo que tiene que sea una de las rutas de un día más importantes del mundo. Poco a poco veíamos como el tiempo en lugar de mejorar empeoraba. Aparecía la lluvia, la niebla caía y se hacía cada vez más densa. Los picos desaparecían. También nos dimos cuenta que la ruta es muy fácil y aún no estando nada en forma habíamos realizado la mitad del recorrido en menos tiempo de los planificado. Así que pensamos en subir al Mt Tongariro (1967m) pero la niebla no nos dejaba ver más allá de 15 metros, así que si bien hollar el pico hubiera estado bien, no valía mucho la pena a nivel visual, así que decidimos comer y seguir. Si bien no podíamos disfrutar de las vistas empezaba a el momento de gozar del escenario que teníamos justo bajo nuestros pies: nos adentrábamos en las áreas de los cráteres. El primero de ellos el Red Crater.  Increíble. Era como ser un personaje del libro de Viaje al Centro de la Tierra. Tras una pequeña subida y un descenso endiablado esquiando (sin esquíes) por una zona de arena volcánica, llegábamos a los lagos esmeralda. Preciosos a pesar del tiempo.  De ahí a caminar atravesando el gigante Central Cráter para tomar camino hacia el siguiente punto de referencia, el refugio de Ketetahi.


Emerald Lakes
Emerald Lakes
Hacia Red Crater
Central Crater
Subida después del Blue Lake
Rumbo a Keketahi Hut

A medida que avanzábamos veíamos como el terreno se iba transformando e iba surgiendo vegetación de alta y media montaña, cada vez más densa, y ya una vez pasados unos kilómetros Keketahi Hut entrábamos en el bosque húmedo típico de NZ, con ríos, grandes helechos (ferns), alguna cascada que otra y muchos pájaros aunque difíciles de ver.

Vegetación después de Keketahi Hut

Después de 4,5 horas (si no recuerdo mal) estábamos a 2 kilómetros del punto final, donde nos iria a recoger una furgoneta para llevarnos de nuevo al camping, donde teníamos aparcado nuestro coche. Pero teníamos que esperar aún dos horas, así que Hedley me dió de nuevo una masterclass sobre los diferentes árboles y plantas que íbamos encontrando por el camino. También nos sentamos a ver unas pequeñas cascadas y un río, dejando pasar el tiempo. Poco a poco llegamos a Keketahi point, punto final de nuestro marcha.

Las sensaciones cuando finalizamos fueron un poco contradictorias. Por un lado, positivas porque habíamos podido finalizarlo de manera fácil y sin ningún problema. Salvo un par de tramos que son bastante inclinados y con escaleras (sí, con escaleras pero tranquilos que no son mecánicas) el resto es bastante sencillo y al alcance de cualquier persona. Esos dos repechos son bastante inclinados pero sin prisa y haciendo las pausas que necesites permiten que casi todo el mundo pueda realizar la marcha. Además, gran parte del camino está acondicionado y transcurre por una plataforma elevada de madera para que la gente no dañe las plantas, flores y fauna existente. Por otro lado, yo me encontraba un poco triste de no poder observar lass fantásticas vistas que se pueden disfrutar en el trayecto pero otra vez más el tiempo quiso darme la espalda. Sabía que no iba a terminar más oportunidades. Aún así, mi pena se vió difuminada ya que el trayecto con niebla es espectacular y las nubes, lluvia y niebla le dieron un aire de misterio digno de una novela de Julio Verne.


Vegetación después de Keketahi Hut


Otro de los objetivos de nuestro viaje se veía cumplido  y mucha morriña kiwi a la hora de finalizar este post comenzado ya hace más de tres meses en Nueva Zelanda.

Miss you heaps Kiwiland!

Para más información: mapas, tiempo, accesos, consejos:

DOC (Department of Conservation)



http://www.tongarirocrossing.org.nz/



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